Dolarización

En ocasiones se desea que alguien llegue, se le ama y se le espera con ansiedad, pero
también se sabe que esa llegada traerá problemas, tragedias y descontrol. Esa trágica
espera no es parte del libreto de una telenovela, es la cruda realidad de la vida que hoy
día se vive y que hace vibrar nuestros sentimientos con el soplar de sus alas en el ascenso
y descenso de la condición económica y la fecha de cobro. aproximación y alejamiento de
una idea, pago, cobro, remesa o envío,  se siente sobrevolar las cabezas de los habitantes
de este país, son conceptos que juntos rondan como aves de rapiña, son verbos que se
hacen pesadilla.

La dolarización es un ave que circundan el espacio de nuestros pensamientos económicos y
que oscurecen el firmamento de nuestras ideas de progreso. Sin saber que tan bueno o malo
puede ser, el común y los no tan comunes, lo claman como la forma de escapar de la otra
pesadilla que es la inflación, con la esperanza que con ella llegue la tan ansiada estabilidad
de precios. 
Ese  proceso por el cual un país adopta, de manera oficial o extraoficial el uso del dólar
norteamericano u otra divisa como moneda de uso común y diario en las transacciones
dentro del país, reemplazando parcial o totalmente la moneda nacional es lo que se ha
dado a llamar la dolarización. Cuando la implementación de esta medida es oficial la
moneda extranjera reemplaza a la nacional en todas sus funciones (reservas internacionales,
unidad de cuenta, medio de pago) Cuando la medida es oficial, su desmontaje ocurre tan
pronto y fácil cómo pudo ocurrir; todo mediante un decreto de emergencia económica del
ejecutivo nacional. Eso no es el problema.
El asunto se complica cuando la dolarización se instala sin aviso y casi de contrabando;
ocurrida de esa forma, es casi imposible desmantelarla. Cuando el señor o la señora ama o
amo de casa casa calcula el gasto de lo necesario para el mercado de la semana y en su
cabeza hace la conversión dólares, es esa operación matemática es la que de forma
involuntaria comienza a cultivar el germen de la dolarización en la mente de las personas.
Ese proceso espontáneo en respuesta al deterioro en el poder adquisitivo de la moneda
hace que el público se refugie en monedas fuertes, normalmente el dólar. 
Aunque el proceso de dolarización informal tiene varias etapas (primero: sustitución de
activos, segundo: sustitución monetaria, tercera: productos y servicios se cotizan en
moneda extranjera) en Venezuela ya se dejó atrás todo ese proceso y tal vez estamos en
un final adelantado: alquileres, precios de automóviles o enseres domésticos,alimentos,
bebidas, diversiones, se cotizan en euros, pesos y soles, etc.
La dolarización informal tiene consecuencias lamentables, hace que la demanda de dinero
se vuelva inestable y la influencia del banco central disminuye porque no puede hacer
control poniendo en circulación más o menos billetes, entonces el manejo de la políticas 
monetaria se vuelve una sopa entre los dedos.; los sueldos, salarios, pensiones, se vuelven
sal y agua pues el gobierno los paga en moneda local mientras los artículos y servicios son
cobrados en divisa extranjera; a la final esto conduce a que el ciudadano de a pie que no
tiene quien desde el exterior le envíe dinero acabe en la iliquidez e insolvencia aun cuando
tenga un salario o pensión.

 Desde el punto de vista de la economía política y del presupuesto de la nación (calculado,
luego de su conversión en moneda extranjera) el costo económico de una medida de este
tipo es relativamente sencillo de calcular; en lo social y político, el impacto solo se puede
dilucidar y estimar a futuro, pues no será hasta que el mal este hecho, que realmente se
conocerán las consecuencias.

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