Preguntas pertinentes e impertinentes

Para los académicos del idioma existen solo dos tipos de preguntas, las didácticas y las   referenciales o legítimas. Las preguntas didácticas (o no legítimas) tiene la función de mostrar que el interlocutor o interrogado  conoce la información discutida o difundida y que es conocida por ambas partes. Son las preguntas hechas generalmente en los exámenes de conocimientos, en los exámenes escolares y como parte de los discursos y conversaciones llenas de emociones y sentimientos. 

Estas preguntas didácticas (o no legítimas) se dividen a su vez en dos grupos. Él primero caracterizado por preguntas en donde él interrogador hace un enunciado o presenta una frase y espera que él interrogado la valide. Dicho de otra forma, quien hace la pregunta  finge ignorar una respuesta y deja que el interlocutor conteste. De allí su ilegitimidad. En consecuencia él interrogado ve limitadas sus posibilidades de participación a simples reacciones: repetir, reformular, afirmar o negar lo señalado por el interrogador; quien a la final calificara de alguna forma la respuesta. Este grupo tiene tres subgrupos, las preguntas de alarma que buscan llamar la atención de quien escucha (quien se ha comido mi queso?) Preguntas en las que el interrogador da la respuesta (¿Eres tu el ladrón?) y las preguntas retóricas (¿saldrá hoy el sol?). En el segundo grupo podemos encontrar preguntas que se encuentran entre la ficción y la realidad. Dicho de otra forma, son preguntas que revelan nuestra ignorancia e incapacidad para comprender un tema. Son preguntas fruto de la sincera manifestación de la falta de conocimiento sobre un tema, es decir, que aun cuando él interrogado nos de una amplia y acertada respuesta nuestra reacción será nula. (¿así que esa es teórica de la física cuántica?)  
Las preguntas legítimas o referenciales son aquellas  que requieren como respuesta una información necesaria, es decir, de la que se carece. (¿como llego a la avenida caracas?). también pueden surgir en medio de conversaciones que se centran en un tema realmente nuevo  y que sea necesario pedir al interlocutor información sobre algo que no sabe y poder continuar el ritmo de la charla. Son legítimas porque buscar satisfacer la necesidad de acceder a la información de la que se carece.
Todo lo anteriormente expuesto nos lleva a la concluir que las preguntas pertinentes y las impertinentes, como se titulan estas líneas pueden y deben ser clasificadas como preguntas legítimas o ilegítimas. Entonces, cuando en alguna rueda de prensa el entrevistado dice con aire de superioridad y satisfacción que la pregunta recientemente pronunciada por alguno de los presentes, “esa es una pregunta pertinente” haciendo gala de un teatro hermoso y singular, del tamaño de un obelisco. Veamos. 
Los sinónimos de la palabra “pertinente” son:  concerniente, conectado, perteneciente, referente, relacionado, relativo, tocante, a propósito, es decir, que se está ante una pregunta conveniente adecuada, apropiada, conveniente, debida y oportuna. Dicho de otra forma, era la pregunta esperada deseada o preparada, entonces. el interrogado conoce la respuesta y se explaya en su presentación y queda muy bien ante su público. En términos del beisbol, le pusieron de lanzamiento una bombita para que la ponga de jonrón. Entonces decimos que las  preguntas pertinentes son ilegítimas.
En contrario cuando la pregunta, necesita como respuesta una información necesaria, es decir, de la que se carece y de inmediato es calificada por quien responde como impertinente, ajena al tema,  inadecuada e inoportuna, es porque no tiene la respuesta y de paso válida la pregunta . Por tanto las preguntas impertinentes son legítimas.

Comentarios

  1. Muy pedagógica explicación y oportuna en estos tiempos cuando el interrogado siempre pretende que le hagan preguntas y dar respuestas ilegítimas o pertinentes y así manipular el contexto, engañar, burlar o evidenciar su ignorancia (para los más entendidos) y no salir de su zona de confort 😁

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