La risa de los malvados

Parece que los malvados tienen una capacidad infinita para reír, algo que nace tal vez poseedores de riquezas infinitas o el secreto de la felicidad continua y perdurable. Los malvados siempre están felices, por eso siempre ríen, eso podría pensarse. Todos ellos, los de tiras cómicas, teatro y televisión e historias de terror siempre están alegres llenos de una jovialidad que es auténtica. La razón de esa jovialidad sea algo que está más allá que la simple respuesta biológica producida por el organismo  a determinado estímulo. La suya no es una suave y silenciosa de risa, son carcajadas estruendosas. Definitivamente esta manifestación corporal demuestra algunas cosas al respecto de la naturaleza de su maldad.

La risa que no es “balbuceo lúdico, instintivo, contagioso, estereotipado y inconsciente e involuntario” se produce estando en compañía de nuestros semejantes, la de ellos, los malvados, se produce en la soledad.​ En los seres humanos, la risa se inicia, en promedio, hacia los cuatro meses de edad, y constituye una forma de comunicación innata e íntimamente relacionada con el lenguaje por lo que su ocurrencia en solitario o sin causa aparente es señal de incomunicación o del intento de romper el proceso de comunicación, se constituye entonces en una barrera que busca romper lazos y aislar a su emisor, es decir, sirve para construir muros. Para una corriente de investigadores la risa es una reminiscencia o recuerdo del grito de triunfo del ganador encumbrado sobre él cuerpo de su adversario. 

Como la risa de los malvados está alejada, en todas direcciones, de cualquier manifestación del humor es en consecuencia y puede ser visto como un gesto de agresión, incluso en los casos aparentemente más inocentes. Según otra corriente de expertos los bebés en su inocencia rien, no para agradecer, sino en manifestación del gozo logrado al recibir lo deseado. Una luz se asoma. La risa de los malvados es la risa de un niño manipulador

Ellos, los malvados, tal vez rien para expresar, entonces, que lo peor ya pasó, es su expresión de alivio tras vencer el peligro y del fin de la innecesaria seriedad que precede a la respuesta agresiva y violenta ante él estímulo externo; tal vez es una necesidad emitirla para generar confianza en los vencidos, una sonrisa de tierno bebé que rompió la vajilla entera. Además  investigaciones recientes realizadas tanto en orangutanes como en chimpancés  sugieren que estos son capaces de reírse, lo que deja clara que al menos un par de simios pueden reírse juntos y de forma seria.​

La sana y pura risa es producto, considera el común de las personas, básicamente de la respuesta a momentos o situaciones de humor, como expresión externa de diversión, y relacionada con la alegría y la felicidad, por eso cuando alguien que no es una persona sencilla y común se ríe de forma desenfrenada, por ejemplo un malvado, nos está diciendo que a sus ojos ocurren eventos que se antojan como cómicos y en ello reside el verdadero peligro de la risa de los malvados, ellos se están divirtiendo con algo que a todos los demás  parece una tragedia, la viven como una calamidad  o simplemente la sienten como un asunto serio o formal.

Erróneamente todo lo anterior pudiera llegar a pensar que los malvados son personas de intelecto superior que puede ver en situaciones de cualquier tipo lo cómico, humorístico o irónico, causa de risa, que otros no vemos; visto desde un punto de vista en contrario, es como decir que, en los cómics, el teatro y la televisión, ósea, en la vida real, quienes sonríen siempre son malvadas en el fondo. Eso no es la verdad. Las personas buenas ríen porque porque no pueden ocultar sus sentimientos y más aún ríen a carcajadas junto a las personas que aman, ríen con quienes les aman y se enamoran de una sonrisa. 

Existe una corriente de pensamiento que afirma que los Evangelios no señalan que Jesús sonrió o cuantas veces lo hizo, como excusa para justificar la risa de los malvados. La verdad. Él rió muy pocas veces, casi ninguna, La razón es que guardó su mejor carcajada, una larga y eterna para celebrar que venció a la muerte. A la final el bueno ríe mejor.