Siempre trato de entender porque hay gente que no se ríe ni se ve feliz, aun cuando vivimos en un mundo con más avances tecnológicos, neveras, cocinas, hornos microondas, comida rápida, cine en casa, comida instantáneas, cosas que se supone hacen más fácil nuestra vida y nos dan más tiempo para disfrutarla. Por eso dedique mucho tiempo a leer sobre por qué la gente no se ve feliz. Lo primero que encontré fue 'un culto' al mal genio. Es decir, la gente respeta y considera ‘importante’ a la gente que anda con el ceño fruncido o que no se ríe. En contrario si andas con una sonrisa a toda hora pareciera que no tienes nada que hacer, es decir, eres poco importante. Han notado que cuando un profesional te atiende a la hora que dijo poder hacerlo lo primero que piensas “este es un fracasado, no tiene clientes”
Ir al psicólogo pareciera ser el destino más acertado para los amigos que se ríen solos, los vemos y de inmediato les decimos “anda a ver un médico, de seguro tienes algo mal” y si preguntas ¿Qué puedo tener mal? Te contestaran “algo, cualquier cosa, no es normal tanta felicidad”. En estas lecturas pude notar que los expertos en felicidad recomiendan cambiar a quienes nos rodean con dar un simple saludo, si diez están serios y les das los buenos días con una sonrisa, aunque sea un velorio, a uno o dos le sacas una sonrisa y mejor aún, les cambias la dirección del día. En otras ocasiones hablar de un tema familiar le levanta el ánimo a un desconocido que le van a sacar una muela, y uno mismo se siente un poco más feliz al llegar a casa sabiendo que le dio una sonrisa a quien la necesitaba. Cada uno de nosotros puede hacer algo para cortar el camino al mal humor de otros.
La gente que saluda, que es amable, la tratamos de pendejos e ilusos; los que nos miran con aprecio y nos respetan los ignoramos. Pero al contrario, a ese o esa que por su agresividad, malcriadez o grosería nos grita y atropella los recordamos todo el día y parte del siguiente. El cine, la televisión, la sociedad en general fomenta este tipo de actitudes y personalidades, le rinden culto al tipo agresivo y rudo, transformándolos en modelos a seguir por los jóvenes. Estamos tan mal en el tema de ser amables que existen cursos para el control de la ira y para tratar bien a los demás, algo que debería ser parte de nuestra naturaleza humana.
Las cosas están tan mal que un amigo dice que para encontrar a alguien amable llama al centro de atención telefónica de su compañía de teléfono o al banco, allí siempre le responde con un “Buenos Días”, mi nombre es fulana, ¿en qué puedo servirle? y mientras, en su casa su hijo de diez años le responde ¿que querei a´pa? no me sorprendió cuando llame y pregunte a uno de esos operadores si le gustaba su trabajo y respondió que lo odiaba pues nadie respondía a sus saludos, pero que estaba seguro que si les dijera una mala palabra seguro lo tomarían en cuenta y hasta preguntarían su nombre.
Ver a una persona feliz siempre parece ser algo insoportable. Si les dices que te dieron un aumento te contestan que “lo bueno dura poco” “que te pedirán a cambio” “te deben doler las rodillas” ¡pues no! solo he hecho mi trabajo. Si una mujer dice que esta embarazada le preguntan “¿estás bien?, ¿no te salieron estrías?, ¿se te hinchan los pies? ¿te duele? Y todos olvidan que es una ocasión feliz. Los más atrevidos le asaltan ¿Cuántos hijos tienes ya? ¡Espérate para que veas como te va a cambiar la vida! Otra costumbre que atenta contra la felicidad es esa manía de "guardar cosas". Y si nos descuidamos esos comentarios nos paraliza para ser felices. No podemos esperar que sea un trago de licor lo que nos alegre, o los éxitos de los hijos, o las cosas. Veo muy seguido a gente que compra cosas para tratar de ser felices, compran relojes, ropa, sabanas, casas; y el día que estas se acaban, se pierden o las roban con ellas se llevan su felicidad. ¿En verdad alguien puede robarte los motivos que te hacen feliz?
Iniciarse en el arte de ser feliz es primer paso para llegar a hacer felices a otros, pero surge la pregunta lógica ¿qué hacer? ¿Cómo ser feliz? Todos los libros que he leído llevan a una primera conclusión. Para ser feliz primero es necesario "Decidir" serlo. Es una decisión personal. El sonreír, ser amable, el saludar, ver a las personas a los ojos, ser positivo y no hacerle caso a los de ánimo negativo, solo tú lo puedes hacer y luego de hecho nadie, ningún ser vivo te lo podrá arrebatar. Incluso he visto presidiarios que dan una sonrisa y brindan apoyo a sus familiares, pero solo porque están conscientes de sus actos y conformes con sus consecuencias y de allí que puedan dar amor y felicidad a quienes están en mejor situación que ellos. Ellos decidieron ser felices, con las desgracias reales incluidas. Uno puede andar contento o sonriente aunque tenga penas o tristezas. Y no es ocultarlas, es estar consiente que alrededor existen quienes nos necesitan. Y eso es el primer paso hacia el amor desinteresado y verdadero.
Así, sabiendo que eres necesario en la vida de otros es que comprendes que es necesario agradecer a los demás por la oportunidad que te brindan de darles amor. Si te preguntan ¿cómo estuvo tu día? y contestas “como todos, aburrido”, es que no has pensado en que tu familia goza de buena salud y tienes a alguien que te ama, si lo tienes claro agradecerás tener un hogar que te espera, una familia que te quiere y una pareja que te ama. Tienes mucho por lo que agradecer y sonreír. Vive el presente con lo que trae y tiene, el hoy y el ahora, se feliz, ama y sin lugar a dudas serás amado.
Saludos
La gente que saluda, que es amable, la tratamos de pendejos e ilusos; los que nos miran con aprecio y nos respetan los ignoramos. Pero al contrario, a ese o esa que por su agresividad, malcriadez o grosería nos grita y atropella los recordamos todo el día y parte del siguiente. El cine, la televisión, la sociedad en general fomenta este tipo de actitudes y personalidades, le rinden culto al tipo agresivo y rudo, transformándolos en modelos a seguir por los jóvenes. Estamos tan mal en el tema de ser amables que existen cursos para el control de la ira y para tratar bien a los demás, algo que debería ser parte de nuestra naturaleza humana.
Las cosas están tan mal que un amigo dice que para encontrar a alguien amable llama al centro de atención telefónica de su compañía de teléfono o al banco, allí siempre le responde con un “Buenos Días”, mi nombre es fulana, ¿en qué puedo servirle? y mientras, en su casa su hijo de diez años le responde ¿que querei a´pa? no me sorprendió cuando llame y pregunte a uno de esos operadores si le gustaba su trabajo y respondió que lo odiaba pues nadie respondía a sus saludos, pero que estaba seguro que si les dijera una mala palabra seguro lo tomarían en cuenta y hasta preguntarían su nombre.
Ver a una persona feliz siempre parece ser algo insoportable. Si les dices que te dieron un aumento te contestan que “lo bueno dura poco” “que te pedirán a cambio” “te deben doler las rodillas” ¡pues no! solo he hecho mi trabajo. Si una mujer dice que esta embarazada le preguntan “¿estás bien?, ¿no te salieron estrías?, ¿se te hinchan los pies? ¿te duele? Y todos olvidan que es una ocasión feliz. Los más atrevidos le asaltan ¿Cuántos hijos tienes ya? ¡Espérate para que veas como te va a cambiar la vida! Otra costumbre que atenta contra la felicidad es esa manía de "guardar cosas". Y si nos descuidamos esos comentarios nos paraliza para ser felices. No podemos esperar que sea un trago de licor lo que nos alegre, o los éxitos de los hijos, o las cosas. Veo muy seguido a gente que compra cosas para tratar de ser felices, compran relojes, ropa, sabanas, casas; y el día que estas se acaban, se pierden o las roban con ellas se llevan su felicidad. ¿En verdad alguien puede robarte los motivos que te hacen feliz?
Iniciarse en el arte de ser feliz es primer paso para llegar a hacer felices a otros, pero surge la pregunta lógica ¿qué hacer? ¿Cómo ser feliz? Todos los libros que he leído llevan a una primera conclusión. Para ser feliz primero es necesario "Decidir" serlo. Es una decisión personal. El sonreír, ser amable, el saludar, ver a las personas a los ojos, ser positivo y no hacerle caso a los de ánimo negativo, solo tú lo puedes hacer y luego de hecho nadie, ningún ser vivo te lo podrá arrebatar. Incluso he visto presidiarios que dan una sonrisa y brindan apoyo a sus familiares, pero solo porque están conscientes de sus actos y conformes con sus consecuencias y de allí que puedan dar amor y felicidad a quienes están en mejor situación que ellos. Ellos decidieron ser felices, con las desgracias reales incluidas. Uno puede andar contento o sonriente aunque tenga penas o tristezas. Y no es ocultarlas, es estar consiente que alrededor existen quienes nos necesitan. Y eso es el primer paso hacia el amor desinteresado y verdadero.
Así, sabiendo que eres necesario en la vida de otros es que comprendes que es necesario agradecer a los demás por la oportunidad que te brindan de darles amor. Si te preguntan ¿cómo estuvo tu día? y contestas “como todos, aburrido”, es que no has pensado en que tu familia goza de buena salud y tienes a alguien que te ama, si lo tienes claro agradecerás tener un hogar que te espera, una familia que te quiere y una pareja que te ama. Tienes mucho por lo que agradecer y sonreír. Vive el presente con lo que trae y tiene, el hoy y el ahora, se feliz, ama y sin lugar a dudas serás amado.
Saludos
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