En defensa de Don Andrés Bello y la Totona

Don Andrés Bello es uno de los hombres mas ilustres nacidos en la tierra que hoy es Venezuela, quien no debe su valía a las armas o a la política mas bien la gano por su dedicación y trabajo en las áreas de la educación, el intelecto y las letras. Por tal razón cuando en el “Blog la Mazorca.wow” aparece una nota atribuyendo; en tono, tal vez jocoso y algo irreverente; la invención de la palabra “totona” y su uso, una historia nada académica y con visos de fantástica, por lo que en defensa del hombre que escribió leyes y tratados sobre el idioma español, no queda mas que llevar a un breve análisis la afirmación que dice:

EL ORIGEN DE LA PALABRA TOTONA

Esta publicación la hice, hace cinco años. Y justamente hoy de nuevo, conseguí el libro de Jose Agustín Catalá «La historia de nuestros próceres» Edit Fondo de Cultura Económica Año 1983. Reedición Año 1996. Pág 133.

Resulta y acontece, que el creador de dicha palabra es nada más y nada menos que Don Andrés Bello. Fue el bautizo que él hizo de un dulce a base de Pulpa de Naranja, Pulpa de Toronja y Nata, que quedaba de forma gelatinosa, y carnosa al mezclarse y dejarse enfriar.

La inventora de dicho dulce, fue una criada Holandesa de 21 años de edad, de ojos verdes, cabello rubio y tez blanca, de nombre Mathilde. Cuenta el historiador José Agustín Catalá, que tiempo después, Don Andrés Bello, decidió tener amoríos con dicha criada, aún estando él casado y decidió utilizar una frase en clave, para que nadie en la casa se enterara de su infidelidad. Llegaba a la casa, luego de un día extenuante de trabajo, pasaba a la cocina en donde estaba la bella muchacha y sutilmente, luego de tomar una jarra de guarapo de caña, se le acercaba a la mencionada y le decía: «Mathilde, quiero Totona».

Más tarde, la frase «Totona» fue popularizada en Caracas y Venezuela, asumiéndola como sinónimo de «Vagina», a tal extremo que el dulce de Don Andrés Bello, fue raramente cocinado en los fogones venezolanos.

Esta historia, que sigue siendo cuasi cómica por referir como protagonista a tan respetada persona en una historia de sexo, traición, complicidades y cocinas, comienza hacer aguas en cuanto a su veracidad desde el principio, hasta la atribución de la fuente. Es este caso se cita como fuente el libro «La Historia de nuestros próceres» Editorial Fondo de Cultura Económica. Año 1983. Reeditado en 1996. Que aparece en la pagina 133, escrito supuestamente por José Agustín Català (1915-2011). La autoría es el primer punto por donde entra agua a la canoa. El señalado como autor, quien era editor de libros, entra a ese mundo de la mano de su padre el también editor Juan Català Arráiz. Se inicia en la escritura “como consecuencia de sus duras experiencias políticas en la Venezuela de los años treinta, y de hecho toda su trayectoria en ese ámbito estaría marcada por la evolución de la política latinoamericana.”i


Es decir, fue un escritor de temas de política contemporánea y en ningún caso historiador, lo que se puede comprobar revisando su bibliografía. Para dejar mas clara la posición, estilo y temas de escritor de Jose Agustín Catala, a continuación su
bibliografía: Documentos para la historia de Acción Democrática (1981, Ediciones Centauro); Las rímeles del dictador Pérez Jiménez (1984, Ediciones Centauro); Blanca Ibáñez y las miserias del poder (1990, Ediciones Centauro); Política, democracia, partidos (1991, Ediciones Centauro); Otros juicios sobre el proceso al ex presidente Carlos Andrés Pérez (1994, Ediciones Centauro); Pérez Jiménez: el dictador que en 40 años olvidó sus crímenes (1997, Ediciones Centauro); Los archivos del Terror: 1948-1958, la década trágica : presos, torturados, exiliados, muertos (1998, Gobernación del Estado Mérida); Cipriano Castro y su tiempo histórico (1999, Fondo Editorial Nacional); El debate constituyente en Venezuela: ideas para una nueva constitución (1999, Fondo Editorial Nacional); Gustavo Machado: un caudillo prestado al comunismo (2001, Ediciones Centauro); Crítica de la locura del poder y otros temas: apuntes sobre una la crisis social real y una falsa Revolución Militar Política (2002, Ediciones Centauro); De Pérez Jiménez a los años de Hugo Chávez (2003, Ediciones Centauro); Apuntes de memoria del editor José Agustín Catalá, 1915-2007: en el portal de los 93 años (2007, Ediciones Centauro)ii.

De forma adicional podemos transcribir, lo dicho por quien llegara a ser Presidente de Venezuela, el historiador “Ramón J. Velazquez en la presentación de un grupo de libros del editor en la asociación PRO VENEZUELA, un 19 de mayo, … dijo …, Jose Agustín Catala figura ya por derecho propio en la lista de los grandes impresores y de los grandes editores de la historia venezolana. Figura en el número muy escaso de quienes en el siglo XIX decidieron gastar energías en esta empresa de las ediciones, ... en la lucha contra la dictadura de Pérez Jiménez y arriesga su empresa editorial Ávila Gráfica, … bajo el signo de Editorial Centauro de México, y este libro circula como si en verdad hubiera sido editado en el exterior. ..., en la década del 60: editar, distribuir y repartir libros en los cuales se relatara la historia de la última dictadura, y que estuvieran al alcance de todos. Pero la empresa de Catalá se proyecta sobre el presente y el futuro.” iii

Como se puede apreciar de lo anterior, el supuesto autor era editor de segunda generación y estaba muy ligado a su propia empresa, Avila Grafica y a la mexicana Editorial Centauro (lo que se puede apreciar en su bibliografía publicada) por lo que no tiene sentido que fuese publicado por alguna otra editorialademás que su obra se proyecta “sobre el presente y el futuro” y no sobre el pasado. Esta vía de agua se agranda cuando al revisar en los “buscadores” la tal obra «La historia de nuestros próceres» no aparece, ni relacionada con el nombre de José Agustín Catalá ni con el señalado Fondo de Cultura Económica y así lo anuncian otros cibernautas que también hicieron la búsqueda iv.

En el mismo blog donde se toma la publicación, Blog la Mazorca.wow”, esta el análisis que hace Daniel Rojas Rivero quien dice:

Algunas curiosidades acerca de este relato. La vida de Don Andrés Bello tiene tres etapas claramente definidas: la caraqueña entre 1781 y 1810; la londinense, que inicia su exilio para no regresar jamás, entre 1810 y 1829 y la santiaguina entre 1829 hasta su muerte en 1865. Lo que no parece concordar es que Bello contrae matrimonio con su primera esposa, Mary Ann Boyland en Londres en 1814 y de quien enviudó en 1821. En 1824 volvió a casarse. De manera que el uso de la palabra de marras en los «amoríos con dicha criada, aún estando casado» pudiera haber ocurrido únicamente en el contexto de Londres o en Santiago de Chile, lugares donde debe haber sido muy difícil refrescarse con guarapo de caña, aunque en este último lugar atribuyen apócrifamente su preferencia y bautizo del cóctel «Vaina». Más curioso aún es como un uso íntimo de la palabra se haya popularizado en toda Caracas habiendo ocurrido en lugares tan distantes.

De este muy acertado comentario se puede encontrar un análisis que mezcla con mucha exactitud datos biográficos y geográficos que abren otra vía de agua al bote que es este ya extraño relato.

En cuanto al posible origen de la palabra Totona existe una versión muy interesante que puede ser estudiada a fondo por los interesado que la atribuye a los indígenas el uso de tal palabra en su idioma para señalar una cavidad profunda y oscura, pero no se señala a cuales. Ese es asunto de una investigación completa que seguramente revelará que en poco o en nada tiene en relación con la extraña historia transcrita al principio de este escrito.

Nada cuesta meter mas peso a esta balsa que se hunde colocando en duda señalamientos como “...y decidió utilizar una frase en clave, para que nadie en la casa se enterara de su infidelidad.” Si era un secreto, tenia palabra clave y demás artilugios para la conservación de la traición … ¿como fue que el resto del país y el mundo se enteraron de ella?

También interesante es lo “… de tomar una jarra de guarapo de caña” algo muy romántico y muy adornado, propio de un cuento, pues en la realidad es que esa bebida debe ser consumida con rapidez por que pronto cambia su sabor. Otro punto muy importante es la afirmación “… la frase «Totona» fue popularizada en Caracas y Venezuela, asumiéndola como sinónimo de «Vagina»,” pero no es mencionada como ocurrió tal evento, su origen, trasmisión o señalamientos; en algún otro documento académico o no. El puntillazo lo da la frase “… a tal extremo que el dulce ..., fue raramente cocinado en los fogones venezolanos.” La única explicación a esta afirmación es que nació en la imaginación de un buen escritor de ficción.

Finalmente, para cerrar con dulzura esta amarga nota, que tristemente se repite sin cesar en un eterno e irreflexivo copiar pegar en la internet, se agrega una receta del dulce de Totona, la cual dicho sea, señala como ingredientes principales frutas cítricas de genética modificada o moderna, crema de leche y fécula de maíz, todos productos que es poco probable estuvieran disponibles en el momento histórico en el que se desarrolla el relato de marras. Buen provecho.

Totona (dulce)

Para preparar este dulce se requiere:

Pulpa de toronja roja

Pulpa de naranja California

Crema de leche espesa

Leche

Fécula de maíz

Azúcar o edulcorante

Una pizca de sal

Canela en polvo

Paso 1: Extraer la pulpa a las frutas quitándole las semillas y el hollejo de los gajos (para que así no tome sabor amargo).

Paso 2: Licuar esta pulpa junto con la crema de leche, el azúcar y la pizca de sal.

Paso 3: Colocar en una olla y calentar a fuego muy lento sin dejar que hierva para que no se corte.

Paso 4: Añadir en medio de la cocción la fécula de maíz disuelta en la leche y seguir cociendo hasta que espese.

Paso 5: Verter en escudillas individuales, dejar enfriar hasta que cuaje y espolvorear con canela.v

Referencias

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