Ojos negros

Son la inspiración de decenas de canciones, poemas, películas y complemento infaltable de la frase “piel canela”, su presencia húmeda y dilatada es la señal que delata al enamorado; son comunes en el arte pero excepcionales en las calles, se les busca y no se les halla; por eso la conclusiones es que ojos negros no abundan y tampoco están a la vista. Eso, el que no se dejen ver con facilidad, ocurre por varias razones, la primera y más importante es que existen otras coloraciones que por abundantes y comunes les opacan y ocultan, son los de color azul, verde y marrón. Este último es el más frecuente, dejando para el azul y el verde cerca de la otra mitad y para los restantes colores el suficiente espacio para calificar de excepcional.

Ocurre que al conocer o mirar por primera vez a una persona la tendencia es escudriñar en sus ojos el efecto que hemos causado, si le agradamos, si acaso le impresionamos o si somos una soberbia molestia, luego sin querer, o queriendo, nos encontramos con el color de sus ojos y en ellos una encrucijada con solo tres caminos, la indiferencia, el amor o el olvido. Si bien los ojos son los espejos del alma, ahora, en nuestra moderna y agitada vida son las claraboyas del espíritu, una herramienta de comunicación, de seducción o armas de destrucción selectiva de corazones, por eso se dice que hay miradas que matan. Y los mensajes más impactantes los trasmiten las personas con ojos de color amarillo, violeta y hasta rojo, los menos abundantes y enigmáticos. Esos colores y sus tonos son producto de la variación de las cantidades de pigmentos naturales presentes en las membranas del ojo, es decir, que los diferentes tonos de color que vemos en el ojo ajeno son solo producto del azar genético y no de una formula especial al concebir al bebe, del paso de la luna o del llamado mal de ojo, que es otra cosa y totalmente diferente.

Los ojos rojos si existen y no son producto de una larga noche de fiestas, sus afortunados poseedores son por lo general los albinos, personas que carecen casi por completo de la melanina en su piel. Es lamentable que por esta causa sufran fotofobia, estrabismo, miopía, astigmatismo y otras enfermedades que le impiden disfrutar del color de sus ojos. El siguiente en la lista de excepciones es el color ámbar y sus tonos amarillentos, llamados también ‘ojos de lobo’ que no deben ser confundidos con aquellos que sufren de enfermedades del hígado.

Ojos color violeta son una de las mayores extravagancias de la naturaleza, el caso más famoso es la actriz de cine Liz Taylor, de quien se dijo alguna vez que no tenía ojos color violeta, solo que parecen de color violeta. Tan solo el 1% de las personas en todo el mundo tienen ojos negros, que tienen solo dos orígenes posibles, que el color del iris es de un marrón tan oscuro que parece negro, o que su portador sufre aniridia, la casi total ausencia del iris en ambos ojos.

Una verdad puede ser triste, en el caso de la existencia de los ojos negros la verdad es triste, y mucho. No es solo que son escasos, es que cuando se les encuentra; o son una enfermedad o son en realidad de un tono marrón fuerte y profundo que se perciben de color negro. Pero la verdad verdadera vive en los corazones de escritores, poetas, y todo aquel que en los ojos de su persona amada que contemplan el azabache sombrío o la profunda noche sin importar el color de sus pupilas o que hubiere nacido sin globos oculares, igual, para ellos son ojos negros.


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