Bombardear ciudades.

Bombardear ciudades es el eufemismo (palabras bonitas usadas para adjetivar actos horribles o desagradables) que retrata como un grupo de seres humanos intenta y en algunas ocasiones logra, destruir por completo los asentamientos o lugares de vida de otros seres humanos con el uso de armas de largo alcance y capaces de causar, además de la ya mencionada destrucción de edificaciones, la muerte colectiva y anónima de sus ocupantes, quienes en su mayoría son individuos no beligerantes (ciudadanos comunes y desarmados) que nunca verán la cara de sus asesinos, los que les conocerán solo con el apelativo de "enemigos".


Destruir ciudades y otros centros poblados menores no es algo que se haya inventado en el año 2022, bombardear ciudades siempre ha sido parte del proceso y desarrollo de todas las guerras entre seres humanos. Contrario a lo que se pueda creer al respecto esta forma de construir conflictos, demoler edificaciones y exterminar personas no es un invento de los americanos, tampoco de los rusos o los europeos, ni siquiera de los asiáticos. Los ejércitos romanos usaron este método, incluso con cuerpos humanos vivos o en descomposición como proyectiles o bombas biológicas, en sus campañas de conquista por todo el mundo conocido de su tiempo. Antes que ellos otros ejércitos lo hicieron y después otros tantos lo han hecho. Sin lugar a dudas este método para hacer la guerra fue usado con la misma eficiencia que hace centurias el mes pasado y el mes próximo también será usado.

Todos, todos, pero todos los grandes ejércitos y los pequeños también, bombardearon ciudades con más o menos ferocidad, con el fin, mas o menos exitoso para disminuir el numero de bajas entre sus propias filas cuando se trata de ocupar un lugar, es decir que quien bombardea es quien trata de conquistar un lugar y dispara sus armas a sabiendas que lo hace contra las instalaciones de habitación, salud y servicios de los civiles en los lugares habitados. Los agresores que realizan este cruel acto están amparados por el anonimato que da la distancia, la que también acalla los gritos de dolor de las victimas en sus oídos.

Las razones esgrimidas para disparar contra una ciudad o centro poblado son variadas. La mas usual es porque en ella se esconde muy fácilmente material militar y soldados, ese personal se confunde entre los ciudadanos y hacen inestable cualquier conquista que no pasa por su neutralización. En el mismo orden de ideas, el material militar se introducen dentro de los edificios con la intención de esconderlo y usarlo al paso de las tropas de ocupación, por eso que ante la sola sospecha de existencia de uno u otro, los ejércitos, antes que sacrificar a su infantería en una búsqueda casa por casa, destruyen edificios, machacan barrios completos o incendian ciudades sin cuidado real del destino de los seres humanos que les ocupan. Los americanos le hicieron en Panamá, los israelíes lo hacen en Palestina, los chinos lo hicieron en Corea y todos los ejércitos, sin excepción, lo contemplan en sus manuales de guerra. Incluso aquellos que no salen de su territorio lo hacen en mayor o menor medida contra grupos insurgentes u opositores dentro de su propio territorio. Existe un proverbio que dice "el sudor de la artillería ahorra sangre a la infantería" más explicación es innecesaria.

También se utilizan mucho para desgastar la moral de la tropa. Si un individuo de tropa sabe que su casa o su barrio está siendo bombardeado lo primero que quiere en su corazón es regresar a defenderla, de no poder se desmoraliza y comienza ha hacer preguntas y hasta cuestionar el sentido de la guerra. Y nada es mas peligroso que un militar que hace preguntas o cuestiona el juicio de quienes le comandan, ni las bombas o las balas del enemigo son tan peligrosas.

Otro uso es para destruir la infraestructura económica, de consumo humano o para la producción de material de guerra, porque destruir fábricas parece ser una buena táctica para paralizar el aparato bélico de una nación. Es algo así como cortar las raíces de un árbol y dejar que poco a poco o muy rápidamente este muera. La otra es destruir la moral de las tropas al destruir la de los ciudadanos porque a final de cuentas de entre la ciudadanía se extrae la tropa y aquella sostiene la moral de estos. Como bien lo describió un escritor, “de los ciudadanos surgen los senos que mantienen las reservas morales y afectivas de los soldados y si estos se secan ellos perecen aun sin ser tocados por las balas del enemigo”.

Otra razón por la cual se bombardean ciudades es como como represalia, un nombre muy bonito, un eufemismo, para la simple venganza. Si las tropas del enemigo destruyen una ciudad el contrario hará lo mismo en una suerte de ley del Talión. El ataque a un centro militar o la muerte a un líder político, genera en venganza o represalia el disparo al azar sobre objetivos no militares en el interior de ciudades aun cuando se diga lo contrario. El problema es que la artillería tiene un nivel de precisión muy escaso que se ve disminuido por factores ambientales, geográficos o de inteligencia, el caso es qué las ciudades se convierte en campo de tiro un nivel de imprecisión muy alto lo que causa bajas civiles y permite a los perpetradores del bombardeo acusar de sus propias incapacidades balísticas y morales a quienes son victimas de la matanza indiscriminada.

Actualmente, en algunas fuerzas militares al rededor del mundo se habla de bombardeos de precisión pero igual estamos hablando del uso de explosivos de forma masiva y siempre va a haber existir la posibilidad de daño colateral (eufemismo para no decir “lo lamento maté a tu mamá, tu papá y a tu hermanito, pero no era mi intención”) Los ataques de precisión o bombardeo de precisión no son el fin del bombardeo de ciudades, es solo su evolución.

Los bombardeos van a seguir existiendo porque siempre va a existir la infantería y mientras la infantería exista van a existir los bombardeos. Sin bombardeos no se justifica la infantería pues de otra forma no existe a quien matar con su uso. En los conflictos modernos la destrucción de ejércitos no es el objetivo principal, tal como se dijo la tropa sale de la ciudadanía y a ella regresara cuando el conflicto termine y una vez este llegue a su fin se requerirá que los soldados depongan sus armas y regresen al trabajo.

El objetivo de las guerras moderno es la toma y control del poder en sus ciudades, por ello las batallas modernas no sé libran para conquistar campos vacíos o territorios no habitados, como en antaño. Las luchas hoy día se concentran y se realizan para conquistar ciudades, ubicaciones industriales, centros productivos o enclaves de gobierno y eso trae como consecuencia de que si no se le puede tomar por las buenas se le va a machacar y destruir a la mala.

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