Guerra de logística

La guerra de Ucrania no ha sido solo el enfrentamiento entre dos ejércitos de condiciones desiguales en cuanto a número de efectivos y material bélico; esa es una guerra en donde el ingenio, la tecnología, las habilidades logísticas y de suministros han sido los verdaderos protagonistas. Cualquier ejército de tierra, para cumplir las funciones que le impone el combate, cuenta con recursos humanos y materiales estructurados en grupos a los que según su preponderancia en equipos se les organiza en “Armas”, las que usualmente son llamadas Infantería, Caballería (sin caballos, con vehículos blindados) Artillería, Ingenieros (para construir y destruir) y Comunicaciones. Estas armas y los hombres que las operan no podrían funcionar más que unos pocos dias sin el apoyo continuo y constante de los servicios del mismo ejército.


Dependiendo de la cultura y el lugar los servicios de apoyo son llamados por lo general,
Arsenales, Intendencia, Construcciones, Transporte, Religioso, Jurídico, Postal, Banda (músicos) Sanidad y Finanzas. Los nombres explican suficientemente las funciones y actividades desplegadas por cada uno de estos grupos para ayudar al logro del objetivo planteado al cuerpo principal o Armas ya mencionadas, esto significa que sobre los hombros de los hombres y mujeres que conforman estos grupos de trabajo; el que se suministre a las tropas en campaña todo lo necesario para que se mantengan cómodos, sanos y alimentados; también que después de cada enfrentamiento serán atendidas sus heridas así como sus cuerpos y espíritus restaurados (comida caliente y una cama seca para descansar y consuelo afectivo) y sobre todo confiados que forman parte de una fuerza de batalla que cuida de sus recursos humanos, los administra bien y que no los trata como fichas desechables.

En conjunto todos esos grupos de Servicios son denominados Logística del ejército, también llamados con desprecio como “flogística” aludiendo a la ausencia de sus miembros en las operaciones de combate directo y a su posibilidad de dormir regularmente en una cama. Eso se tiene que acabar, pues esta guerra han demostrado que la logística es clave para el desarrollo de una efectiva campaña bélica. Ya no basta con tener superioridad numérica o la superioridad en equipo, ambos tienen necesidades básicas para seguir funcionando y alguien debe suplirlas. No es cosa de darle una mochila con dos latas de sardina y 100 municiones a cada soldado para que ganen una guerra o conquiste un imperio. Eso nunca ha ocurrido ni ocurrirá. El soldado y el ejército del que forman parte debe ser alimentado y dotado de municiones diariamente y en flujo constante. Eso sera un factor de éxito en campañas bélica que duren más de dos días.

Existe una película ambientada al final de la segunda guerra mundial, en Europa, en donde un oficial del ejército alemán que revisa el contenido del camión de correos recién capturado al enemigo, ve con asombro que entre los paquetes dirigidos a los soldados americanos por sus familiares uno de ellos contiene un pastel; mientras come y reparte entre su tropa el preciado alimento que es ingerido con avidez, reflexiona y afirma que van a perder la guerra, no porque el pastel tuviese poderes mágicos, era porque, si la logística de sus enemigos era tan poderosa como para hacer posible que un chico recibiera su pastel de cumpleaños, el trasportar municiones, gasolina y suministrar artículos bélicos al ejército en movimiento era solo rutina. Ese pastel fue usado para demostrar que la cadena de suministros no solo hace llegar al frente de guerra lo necesario para la alimentación y el combate, también trasporta los artículos necesarios para mantener alta la moral de la tropa, recordar por cual razón luchan y eso, la motivación positiva al logro del objetivo es más importante que las balas.

Un lado muy importante respecto de la logística es qué se convierte en el único elemento que evita que las tropas se conviertan en miserables rateros, carroñeros, ratas invasoras, porque si no tienen que comer comienzan a robar y quién roba deja de ser soldado, se convierten un ladrón uniformado, un bandolero miserable. Ni siquiera se puede decir mercenario a estos individuos, capaces de robar a familias su comida de supervivencia, son algo peor, son triste escoria de la tierra que solo responde a las órdenes que le dan sus estómagos y sus tripas.


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