Volodimir Zelenski y el Conde del Guácharo

Son dos personajes que no se conocen y que tal vez jamás se han percatado el uno de la existencia del otro, sin embargo, tienen mucho en común. Son del mismo signo zodiacal, Aries, pues el primero nació el 26 de enero y el otro el 25 del mismo mes. Ambos tienen estudios y titulación en Derecho, fueron y son comediantes, empresarios del medio artístico laborando como actor, guionista, productor y director de cine y televisión. En general son expertos en el uso de los medios de comunicación masivos y en el cómo llegar a las masas de consumidores. También ambos son políticos.

Zelenski creó la productora audiovisual Kvartal 95 Studio, de contenido cinematográfico y televisivo, así como también un estudio de animación y organizadora de conciertos. Por su parte Benjamín Rausseo Rodríguez (Musipán, estado Monagas, Venezuela) quien también es profesor, músico, y empresario venezolano, experto en el "stand-up comedy", reconocido nacional e internacionalmente (ha presentado con éxito sus espectáculos en Portugal, España, Inglaterra, Canadá y Estados Unidos) por su personaje “Er Conde del Guácharo” fundo la empresa Guacharo´s Enterprise Corporation con la cual se presenta en sus shows; con ayuda, instaló en la Isla de Margarita un parque temático denominado “El Reino de Musipán”, en el año 2009 instaló su segundo parque temático llamado “El Señor de los Aliños” en Quíbor, Estado Lara.

Con su “Kvartal 95” Zelenski creó una serie de televisión llamada “Servidor del pueblo”. La serie salió al aire desde 2015 hasta 2019. En marzo de 2018 un partido político que lleva el mismo nombre que el programa de televisión fue creado por empleados de la empresa y a partir del 31 de diciembre de 2018 dirigió una campaña presidencial casi totalmente sustentada en las redes sociales. A finales del 2004, Benjamín Rausseo monstruo su interés en la política venezolana y participar en la contienda electoral del 2006. Programas de televisión y el apoyo de los medios de comunicación pronto le dieron presencia en las encuestas y sondeos de opinión creando expectativas de éxito, que, al no contar con apoyo de maquinarias electorales, no rindieron frutos. Hasta allí las coincidencias.

En 1991 Volodimir Zelenski se convirtió en 6.º presidente de Ucrania país desde su independencia. Iniciada la invasión en febrero de 2022, como máxima autoridad de la nación declaró la ley marcial en toda Ucrania y una movilización general de las fuerzas armadas, así como su intención (cumplida) de permanecer en el territorio hasta la expulsión del invasor. Su liderazgo durante la crisis le ha ganado una amplia admiración internacional, y ha sido descrito como un símbolo de la resistencia ucraniana. Desde un principio se ha beneficiado de su notoriedad y capacidad para manejarse ante los medios y ha puesto a su favor el rechazo tradicional de las masas a las figuras políticas tradicionales, percibidas como corruptas e ineficaces. La revista “Harvard Political Review” dijo respecto de esta habilidad, que Zelenski "ha aprovechado el poder de las redes sociales para convertirse en el primer líder verdaderamente en línea de la historia en tiempos de guerra, evitando a los guardianes tradicionales mientras usa Internet para llegar a la gente".

Tantas coincidencias entre estos dos hombres, Benjamín y Volodimir, pueden hacernos pensar que los venezolanos perdieron la gran oportunidad de tener como presidente y líder de la nación a un hombre con rangos de carácter y liderazgo definidos por la verdad y la justicia, no un caudillo, no un amigo de amigos, menos una figura decorativa; tal vez y solo tal vez; pudieron contar con un ciudadano conocedor de la realidad de sus compatriotas, sus necesidades y dotado de las herramientas intelectuales necesarias así como el coraje y presencia de cuerpo para liberarlos de falsas cadenas, satisfacer necesidades y hacerlos felices socialmente; así como para enfrentar los retos de la moderna política sin ser esclavo de viejos esquemas y compromisos dañinos para así convertirse positivamente en ese personaje de la televisión Ucraniana, el verdadero “Servidor del pueblo”