La gran mayoría de quienes garrapatean en hojas de cuaderno lo que siente y tratan que tenga la forma de poesía; son personas comunes que escriben para personas comunes, como los que van en el bus o el tren; lo hacen a merced del dictamen de su corazón. Algunos de ellos dicen escribir “para cualquiera” que les lea. Ese lector no existe. Las personas son quienes son y ningún escritor tiene el derecho a rebajarlas a el nivel de cualquiera. Eso es despectivo, un desprecio, un insulto. ¿Cómo llegarán tus poemas a esas personas, sus lectores, si los tratan y consideran de esa forma?
Entonces, es su deber escribir para un publico definido y dar a esas personas algo que, como escritor y ser humano, tienes y estás dispuesto a compartir. Ellos lo necesitan y tal vez no lo saben. Cómo solo, tú, poeta, puedes darles lo que necesitan, es tu deber darle ideas, sentimientos y visiones que puedan leer y que en ellos fructifique la ideas y emociones que necesitan.
El escritor de poesía lo hace para alguien, por eso define el sujeto a quien se lo quieres decir o quién lo quieres compartir. El poeta escribe para alguien en especial; el enamorado, triste, deprimido, secuestrado, violado, violador, político, pueblo, ladrón, hambriento, inocente, culpable, suicida, arrepentido, misógino; para alguno de ellos y le envía un mensaje, le hace ver el mundo como su corazón y mente de poeta lo mira, lo siente o simplemente ama o desprecia. Eso es la poesía. Del resto, son frases establecidas e inconexas que "cualquiera" puede ver sin que le transmitan algo, o sin que le den alguna información válida o valiosa.
Definido ya si se quiere ser poeta y a quien se le quiere escribir, lo siguiente es hacer una promesa. No publicar nada o subir a las redes algún escrito hasta revisarlo previamente y luego de darle un tiempo de maduración. En otras palabras, publicar sin apremio. Lo que un día parece genial, al día siguiente, luego de la resaca física o emocional, puede ser que cambie de aspecto en forma radical.
Ahora, el primer consejo es escoger, identificar y definir lo se quiere decir. No se puede andar por la vida escribiendo sobre pájaros y en las mismas líneas describir la tragedia del amor encontrado y nunca atrapado. Menos aun algo así como una historia de conejitos que están encadenados al mismo cepo y cada uno trata de escapar por su cuenta mientras las nubes cansadas de tanto sufrimiento se desatan en lluvia y lágrimas. Tal vez son dos historias muy bellas y trágicas, quizás sea una situación en donde la secundaria sirve para describir la idea principal. No es relevante. Lo importante es saber sobre que se escribe, sea sobre el amor, la patria, el dolor la tristeza la soledad, el regreso, la migración o el camino a través de la selva hacia lo desconocido y el miedo al futuro.
El segundo es escribir para que el destinatario del mensaje lo entienda, y lo haga de la misma forma que lo entiende y lo siente el poeta o que al menos desarrolle sus propios sentimientos sobre la misma idea. Y ese proceso debe ser intencional. Una conjunción de sensaciones y sentimientos plasmados en el papel que lo trascienden y llegan a la mente, corazón y sentidos de quien lo lee para hacerse realidad y ser entonces compartidos. Esto obliga a hacerlo en el lenguaje adecuado, con las palabras necesarias y que formen parte del vocabulario del leedor y si caso una de ellas no lo fuera es necesario dejarle suficientes pistas para que lo descubra.
Finalmente, asegúrese que la obra produce un sentimiento que el poeta identifica como bueno para si. Si quiere llorar, el poeta deberá dejar que el acto de escribir le arranque las lágrimas y si es de odiar que la sangre hierva en sus venas. Y en ambos casos disfrutarlo o sufrirlo de igual forma. Debe lograr que al escribir y leer se reproduzcan los mismos sentimientos y sensaciones que hacer el amor con otra persona. La idea de la poesía es trasmitir un sentimiento usando un medio físico. Sabrá el poeta que lo ha hecho bien si al final esa otra persona, el lector, puede decir que sin palabras que sintió lo que el poeta sintió, que entendió que le amas y que ahora te ama también. Eso mismo debe ocurrir con las letras, la poesía y los sentimientos.
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