Carta a Venezuela

 Querida Venezuela:


Te saludamos hoy como todas las mañanas, como lo hemos hecho desde el día en que vimos la luz del sol sobre una montaña, pasando el mar, atravesando selva, en cualquier lugar de tu territorio, la misma luz que nos acompaña en cada jornada. Nunca preguntamos cómo estas porque sabemos que estas bien. Sin importar las dificultades de un momento tú siempre estás bien. A los que son como como tú, el bienestar y el buen ánimo les bajan alguna vez, pero regresan al rato con más energía para compartir y alegría para derrochar en una continua fiesta de trabajo y de esfuerzos por el logro.

Hoy te escribimos para celebrar la vida orientada a ser como somos nosotros, los venezolanos nacidos aquí y los venezolanos nacidos en otras tierras que vinieron a quedarse y los que nacieron en tu vientre para vivir ahora en otras tierras; para celebrar lo bueno de pasar por tristes experiencias que, por duras que sean, nos llevan a fortalecernos y nos hacen más inteligentes. A través de esas experiencias nos convertimos en mejores pensadores, con espíritu más fuerte para enfrentar el mañana y sus amaneceres de poca luz, de lluvia, con viento a favor o en contra; pero siempre con una sonrisa para regalar. Celebramos que nacimos en un país generoso, en donde la tierra es tan buena y fértil que si escupes en el suelo nace una mata de saliva, si siembras monedas crece la riqueza, si cultivas ilusiones florece el progreso y a la final cosechas prosperidad.

Te escribimos para agradecerte que seas tú nuestra madre, la que nos ha dado la vida y los más hermosos hermanos y hermanas, que nos toleramos, que queremos, nos quieren y con los que siempre vamos a convivir. Porque la familia no se escoge, la vida nos entrega a ellos y compartimos buenos y malos momentos, y esos momentos pasan, la experiencia es lo que queda.

Luego nos ayudamos, lloramos, reímos y juntos siempre vamos en busca del progreso. Así somos las familias de aquí, porque así nos hiciste tú y así queremos ser por siempre. No necesitamos buscar razones para querernos, nos sobra amor para compartir con todos ellos y para todo aquel que quiera unirse a nuestra familia para ayudar y junto a nosotros crecer.

Eres la abuela del ayer que cuenta historias de glorias pasadas y de cómo superamos las dificultades de entonces; eres madre de hoy, que hace las arepas, el almuerzo, sale a trabajar y le quedan energías para en la noche empujar el hogar hacia adelante; eres la hermanita que juega con muñecas de trapo, hace crucigramas y sueña con mundos sin fronteras a los que canta himnos de fantasía en la libertad de su imaginación; eres la bebe que mira el futuro sin nubes negras y con alegría; eres ayer, hoy, siempre, nuestra Patria Venezuela.

No es posible dejar de escribirte, eres la inspiración de nuestras acciones; es imposible dejar de soñarte bella, eres la meta de una generación que aquí está, y estará contigo, que lo has dado todo, y que no tiene intención de abandonarte.

Nos despedimos de ti con un saludo, con un hasta siempre, siempre te amaremos,


Tus hijos

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